Cuando recibimos la noticia de que vamos a ser papás, pasan unos meses en los que nos pasamos horas pensando en cómo organizarlo todo para su llegada, y una de las cosas que nos importan es la decoración de su habitación.

Mucha gente opta por pintar las paredes de un color liso (que encima casi siempre suele ser rosa si es niña o azul si es niño), ya que es más fácil y tampoco tenemos mucho tiempo entre una cosa u otra. Pero, ¿por qué vamos a renunciar a tener una habitación alegre y bonita sólo por no tener tiempo?

Los vinilos decorativos son una solución ideal para estas ocasiones, ya que son fáciles y rápidos de poner y le darán un toque único y especial a la habitación de nuestro bebé, sin necesidad de que seamos unos grandes diseñadores de interiores. Podemos utilizar algunos motivos como pajaritos, gatos u otros animalitos, flores...
 

Pongamos un par de ejemplos, partiendo de la misma base:

Imaginemos que tenemos decidido cuál será la habitación de nuestro bebé, y que la pared es azul. Le añadimos algún vinilo con sirenitas, flores y algas marinas, pececitos... y conseguimos una habitación totalmente distinta para nuestra pequeña, que dormirá todas las noches en un océano de sueños e imaginación.

De la misma manera, si utilizamos vinilos decorativos con formas de cohetes, estrellas, planetas... ¡haremos que nuestro niño se sienta en su propio espacio!

Además, estos vinilos durarán toda la infancia del pequeño, ya que sus materiales son de larga duración, y cuando queramos quitarlos o cambiarlos podremos hacerlo fácilmente sin tener que volver a pintar la pared, hacer obras...

¿Y tú, te has decidido ya a darle vida a la habitación de tu bebé con vinilos decorativos?