1. Sirven para ambientar tanto las cristaleras como el fondo, dándole un toque original a nuestra tienda.
2. Nos hacen obtener una imagen moderna y actual a bajo coste y sin necesidad de llevar a cabo ningún tipo de reforma. Además, cada vez que queramos los podemos cambiar sin dañar la superficie sobre la que estaban y pudiendo volver a utilizarlos cuando nos plazca.
3. Mejoran nuestra imagen de marca y le dan un
valor añadido.
4. Podemos utilizarlos para ofrecer
ofertas y promociones a tus clientes.
5. Nos permiten compartir imágenes (de nuestros productos o servicios, por ejemplo) con nuestro público, mejorando así la comunicación con nuestros clientes.
6. Son un elemento diferenciador que nos proporcionará una ventaja sobre la competencia.
7. Permiten infinidad de opciones y combinaciones, de manera que se adaptan a lo que se necesite en cada momento determinado.
8. Mejoran nuestra capacidad de adaptación ante los cambios, ya que podemos personalizarlos en función de nuestras necesidades en cada momento.
9. Al ser un elemento que genera un gran impacto visual, son un reclamo de atención que puede atraer a más clientes.
10. Por todo esto, conllevarán un aumento del prestigio de nuestro negocio, y por tanto, de las ventas.