Elegir el tamaño adecuado de vinilo decorativo para un escaparate de barrio puede marcar una gran diferencia en la visibilidad y el impacto visual de la tienda. En locales pequeños, los vinilos muy grandes pueden abrumar y dificultar la visión del interior, mientras que los demasiado pequeños pasan desapercibidos. Lo ideal es que ocupen entre un 30% y un 50% del área total del cristal, dejando espacio para que el cliente vea el interior del comercio. También es importante adaptar el tamaño del vinilo a la forma del escaparate: en escaparates horizontales, se recomienda un vinilo alargado que recorra la parte superior o inferior; en escaparates verticales, un diseño más alto puede funcionar mejor. Para promociones temporales o mensajes clave como “Rebajas” o “Últimos días”, se pueden usar vinilos más llamativos, siempre sin saturar. En cualquier caso, conviene hacer una plantilla previa en papel para visualizar el impacto del tamaño antes de aplicarlo. Recordemos que el vinilo debe llamar la atención desde lejos, pero sin bloquear la identidad visual de la tienda. En calles estrechas, incluso un vinilo más pequeño y bien posicionado puede ser más efectivo que uno de gran formato.
Sí. Si el vinilo cubre demasiado espacio del cristal, puede dificultar que los clientes vean los productos o el ambiente del interior, lo que reduce el atractivo del escaparate. Es mejor mantener un equilibrio entre decoración y visibilidad.
Para campañas puntuales como rebajas o descuentos, vinilos que ocupen entre un 40% y un 60% del escaparate son ideales, ya que generan impacto sin bloquear completamente la vista del local.
En escaparates pequeños, un vinilo de aproximadamente 80x40 cm o similar suele ser eficaz. Lo importante es que se lea fácilmente desde el otro lado de la calle sin cubrir completamente la superficie.
Sí. Distribuir vinilos pequeños con diferentes mensajes o gráficos puede generar más dinamismo visual y adaptarse mejor a escaparates segmentados o con marcos divisorios.
No necesariamente. Un vinilo grande puede llamar la atención, pero si está mal diseñado o mal ubicado puede generar confusión o parecer invasivo. Es más importante la claridad y el diseño que el tamaño en sí.
Se recomienda recortar una plantilla de papel con las medidas del vinilo y colocarla en el escaparate para observar el efecto. Así puedes ajustar el tamaño antes de mandar a imprimir el diseño definitivo.