En ciudades como Sevilla, Zaragoza o incluso en pueblos costeros como Luarca o Peñíscola, los bares de tapas compiten cada día por llamar la atención de vecinos y turistas. Una forma eficaz y económica de destacar tus promociones es mediante vinilos adhesivos personalizados. Estos vinilos, colocados en vitrinas, paredes o incluso en la barra, pueden mostrar desde el nombre de la tapa estrella del día hasta frases ingeniosas que inviten a probar nuevas combinaciones. Los diseños más llamativos suelen incorporar colores vivos como el rojo, el amarillo o el naranja, que evocan el apetito, además de ilustraciones de tapas típicas como unas buenas patatas bravas, una ración de boquerones en vinagre o una porción de tortilla jugosa. Es clave elegir un tamaño adecuado: ni tan pequeño que pase desapercibido, ni tan grande que sature el espacio. Para barras estrechas de barrios como Gràcia en Barcelona o Lavapiés en Madrid, un formato horizontal puede resultar ideal. Hay tiendas online que ofrecen vinilos personalizados, como las que encontramos fácilmente desde cualquier punto de España con entrega en 24/48h. Y para quien no se quiera complicar, también existen plantillas prediseñadas que ya incluyen nombres y frases típicas como “Aquí se tapea de verdad” o “Tapa del día: sabor que enamora”. A la hora de colocarlos, es importante que la superficie esté limpia y seca, y que se utilicen las herramientas adecuadas como espátulas o pulverizadores con agua jabonosa, especialmente si se quiere poder mover el vinilo en caso de error. Además, si cambias las promociones cada semana, algunos vinilos removibles o electrostáticos permiten reutilización sin dejar residuos. Con un poco de maña, creatividad y el vinilo adecuado, tu bar puede destacar desde la primera mirada, incluso en calles tan concurridas como la Calle Larios de Málaga o la Gran Vía de Bilbao.
Los diseños más atractivos combinan ilustraciones de tapas clásicas (como ensaladilla rusa o croquetas) con tipografías grandes y colores vivos. También funcionan muy bien los vinilos con estilo retro o con referencias culturales locales, como azulejos andaluces o elementos de la feria de abril.
Elige vinilos removibles si cambias la tapa a diario, y asegúrate de que el material sea resistente a la humedad y fácil de limpiar. Busca diseños que contrasten con tu decoración y que se lean fácilmente desde lejos.
Existen tiendas online como EBREVINIL, donde puedes personalizar tus vinilos con frases, ilustraciones o nombres de tapas. Muchas ofrecen envío a toda España, incluyendo zonas rurales o insulares.
Frases como “La tapa del día no se mira, se prueba”, “Tapear es un arte”, o “No hay mal que una buena tapa no cure” funcionan de maravilla. También puedes incluir juegos de palabras con el nombre del bar o tapas específicas.
Sí, muchas tiendas ofrecen packs de plantillas con tapas populares ya diseñadas. Solo tienes que elegir el formato y colores. Son ideales si no quieres complicarte con el diseño gráfico.
Depende del espacio disponible, pero una buena referencia es entre 30 y 60 cm de ancho para zonas de barra. Si es para cristaleras o paredes exteriores, puedes usar formatos más grandes sin problemas.
Totalmente. Son económicos, fáciles de cambiar y aportan un toque visual que ayuda a destacar. Además, muchos bares en Valencia o Cádiz los usan para marcar su identidad visual de forma original.
Limpia bien la superficie, aplica con espátula y, si es un vinilo reposicionable, rocía ligeramente con agua jabonosa. Esto facilita moverlo si te equivocas y reduce las burbujas al alisar.
Necesitarás una espátula de plástico, un paño de microfibra, pulverizador con agua jabonosa (si el vinilo lo permite), cúter afilado y cinta de carrocero para marcar la posición.
Algunos modelos removibles o electrostáticos sí lo son. Solo asegúrate de guardarlos correctamente, en una superficie limpia y sin dobleces. No son eternos, pero pueden reutilizarse varias veces.